Diario de Córdoba, 30 de marzo de 2009
EL TOREO JONDO
¡Qué difícil es rodar el toreo! Tan vistoso como espectacular, los clichés y los estereotipos folclóricos tienden diversas celadas a la cámara ingenua. No es lo mismo ser el primero del escalafón que ser un torero jondo. No es igual ser una figura mediática que un matador de toros. Para su primera película, El toro azul (El Brau Blau) , Daniel V. Villamediana ha recibido a porta gayola el desafío de hacer una película sobre lo que José Bergamín llamaba "la música callada del toreo".
Junto a un reducido equipo se desplazó a una masía en el Ampurdán. Allí soñaron el entrenamiento de un torero ascético y meditativo, un samurai inspirado por la figura legendaria de Juan Belmonte , la elegía de Federico García Lorca a la memoria de Sánchez Mejías , el conocimiento enciclopédico de Cossío y, naturalmente, la hondura ética y estética de José Tomás .
No es un pasodoble sino la música de "De philosophia occulta" de Johan Sebastian Bach la que escuchamos. Y el toro azul al que hace referencia el título es invisible a los ojos del espectador. Unicamente se enfrenta el torero cojo, siendo prodigiosa la interpretación corporal y técnica de Víctor J. Vázquez , a los cuernos del animal totémico, símbolo del peligro del conocimiento que representa la fiesta, tradición, espectáculo... también conocida como "corrida". "Coger el toro por los cuernos", "los dos cuernos del dilema"... El toro es para el torero sobre todo un enigma. Y de su resolución depende la vida del hombre... o de la bestia. Eso es el toreo: la aplicación más radical del principio del tercio excluso. Como en el caso de Edipo cuando salvó a Tebas de la epidemia, y su propia vida, al resolver el acertijo que le proponía la Esfinge. O de forma similar a Homero cuando se enfrentó a la paradoja que le propusieron los pescadores, pero que al no poder resolver ocasionó su muerte.
La actitud de Daniel V. Villamediana como director de cine es la más legítima al aproximarse a la seriedad congénita del único arte que aún conserva el espíritu de la tragedia griega. Combinando con genialidad la universalidad de la forma estética con la particularidad de la cultura mediterránea, y al estilo de los grandes demiurgos del albero, ha sabido medir la distancia justa del plano y el tempo exacto de la cadencia de la secuencia. Extraño y hermoso, este toro azul será invisible también en las pantallas comerciales. Así que permanezcan atentos a la web de la Filmoteca de Andalucía.
SANTIAGO NAVAJAS
martes, marzo 31, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
¿Este lugar es un blog de una revista (Letras de cine) que según se nos dice su vuelta nos crea incertidumbre (¿?) o es un blog (por lo menos últimamente) que publicita una película cuyo director es uno de los que editaban la mencionada revista?
No parece muy serio.
Cada vez está más lejana la vuelta... y mientras hemos hecho una película...
Publicar un comentario