tag:blogger.com,1999:blog-35202092.post230323693390508095..comments2023-11-05T13:16:06.457+01:00Comments on Letras de Cine: PODER DE LA PALABRAUnknownnoreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-35202092.post-29816248998147501452008-10-20T16:38:00.000+02:002008-10-20T16:38:00.000+02:00Señalada la complejidad de Shoah, cabe preguntarse...<I>Señalada la complejidad de Shoah, cabe preguntarse si no son los otros dos filmes sobre el tema apenas excrecencias puntuales, meros restos utilizados para dar salida a materiales que no habían podido ser empleados en su momento</I><BR/><BR/>La cuestión, como el mismo Lanzmann ha señalado en alguna de sus intervenciones personales es que el tema del Holocausto es inagotable, y aumenta con cada investigación, de ahí que Raoul Hillberg lleve 40 años editando la que es su obra máxima, o que al propio Lanzmann, en su obra no menos máxima, se le olviden cuestiones por el camino, como es la acción de los Einsatzkommandos en Rusia en 1941, responsables del extermino de casi un millón de judios orientales, y origen indirecto del programa de campos de exterminio, ya que la "suciedad" del exterminio manual, llevo a un intento de "racionalización" y "asepsia", para evitar problemas mentales a los soldados de la raza superior... <BR/><BR/>Sin embargo, dejando aparte esta inmensidad del tema, no dejan de ser curiosas (¿o debería decir artísticas?) algunas de las soluciones adoptadas. Lo primero, como se ha indicado, la decisión de traducir únicamente aquellas palabras que corresponden a los idiomas que Lanzmann comprende. Un esfuerzo de honestidad, de manterner un punto de vista, que sin embargo en un caso resulta traicionado por iniciativa propia los traductores, ya que cuando se entrevista a los civiles polacos (esos que vieron en el extermino de sus vecinos y ahora viven tranquilamente en sus casas) los traductores locales liman el contenido de sus declaraciones, que eran más racistas que las transcripciones de la película.... y que en otras muchos ocasiones, repartido por la película, llevaría a interesantes disquisiciones sobre la transmisión/traducción de la historia, como por ejemplo, cual sería la traducción de Leichen auf Urlaub (literalmente, muertos de permiso) que utiliza un antiguo prisionero.<BR/><BR/>Otra cuestión es, por ejemplo, la renuncia completa al uso de las imágenes documentales, no porque no las haya, sino porque, nuevamente en otro prurito de moral, Lanzmann ha considerado que incluirlos no serviría sino para hacer pornografia o que otros lo utilizaran para hacer pornografía... lo cual, en los tiempos de YouTube es una verdad como un templo. No obstante, esta firmeza moral nos cierra el paso a otra de las historias del holocausto, concretamente la de los intentos por avisar al mundo de los que estaba sucediendo en Auschwitz por el sencillo método de introducir cámaras en el campo. Una aventura que se narra en el mítico documental The World At War, concretamente por la misma persona que narra en Shoa el exterminio de los judíos de Theresienstad... donde también se incluyen las imágenes de los Einsatzkommandos en acción.<BR/><BR/>Y sobre el problema de hacer ficción con el holocausto, el problema no está en la ficción en sí, sino en la traducción que se hace para satisfacer los gustos del público mayoritario y que hace perder todo compromiso/intención de ser fidedignos con los hechos. Así, la serie Holocausto se convierte en una Soup Opera con Nazis, llegando a extremos de ridículo impensables, La lista de Schindler toma como protagonista a un héroe solitario, casi de película del oeste, cuando debería haber cantado la gesta colectiva de la resistencia danesa, que puso a salvo a sus propios judíos, o llega incluso al extremo de convertir las cámaras de gas en duchas, para salvar a los protas, dando la razón sin quererlo a los escritores revisionistas. Sin contar el último engendro, La de las rayas del pijama, que para cualquier conocedor de la segunda guerra mundial es un cúmulo de despropósitos, empezando por el hecho de que las vallas solían estar electrificadas y por tanto el encuentro de los protagonistas era imposible.<BR/><BR/>Y esta deriva hacia la complacencia es más peligrosa ahora que antes, puesto que el holocausto y la segunda guerra mundial empiezan a ser algo del pasado, esas cosas que sólo sirven para aburrir a los niños en clase. Una lejanía que hace que se empiecen a confundir a nazis y aliados, suponiendo que todos fueron iguales, y que esto son cosas que pasan en todas la guerras y a las que no hay que dar tanta importancia...David Flórezhttps://www.blogger.com/profile/06785408872712111428noreply@blogger.com